“Me gusta pensar en la vida del vino.
En que es una cosa viva.
Me gusta pensar en qué pasaba el año que crecían las uvas;
en cómo brillaba el solo o si llovía.
Me gusta pensar en toda la gente que cuidó y recogió las uvas.
Y si es un vino añejo, en cuantos de ellos ya deben de estar muertos.
Me gusta ver cómo un vino sigue evolucionando.
Por ejemplo, si abro una botella hoy, sabrá distinto a cómo habría sido
si la hubiese abierto cualquier otro día.
Porque un vino embotellado en realidad está vivo.
Y evoluciona y adquiere complejidad constantemente.
Hasta alcanzar su punto álgido…
y entonces empieza su constante e inevitable declive…Y además tiene un sabor que te cagas.»
Sideways
Ganas de perderse… de evadirse… de encontrarse.
«Cuanto más bebía más me gustaba lo que me hacía evocar.»
Sideways