Un “calado” es una cueva donde en el pasado,
el vino seguía su proceso de envejecimiento
a temperatura y humedad constante.
Visitar un calado es visitar la historia viva de La Rioja.
Bodegas Montecillo, la tercera bodega más antigua de la Rioja, cuenta con un calado que data del año 1874, situado en Fuenmayor. Además, es imposible no quedarse maravillado con el botellero colocado a mano en su bodega de Navarrete.
En Bodegas Lecea los calados se remontan al siglo XVI. Situada en el histórico Barrio de Las Cuevas en el Cerrillo de Verballe, continúan elaborando de manera tradicional sus vinos en San Asensio.
Y en pleno corazón de Logroño se encuentra «El Calado» patrimonio histórico y Premio Best Of Arquitectura 2014. Es la bodega más antigua de Logroño (S. XVI) que se puede visitar, y su belleza radica en la conjunción de los espacios modernos con la tradición del calado que da nombre a este espacio funcional situado en el Casco Antiguo de la capital de La Rioja.